El béisbol es el deporte nacional de Estados Unidos y lo hemos visto infinidad de veces en películas y series de televisión, por lo que es normal que una de las típicas actividades de los turistas que viajan a Estados Unidos sea ir a ver un partido de este deporte. Cuando estuvimos en la ciudad de Boston decidimos visitar Fenway Park, el estadio de los Red Sox, uno de los equipos históricos de la MLB, la Mayor League Baseball, lo que equivaldría a la primera división de este deporte en Estados Unidos. En este post os contamos la experiencia de visitar Fenway Park.

El campo de los Boston Red Sox, “la Catedral” como también es conocido en Estados Unidos, es el estadio más antiguo de la MLB aunque también el segundo con menor aforo con espacio para algo menos de 40.000 espectadores. Aun así es uno de los estadios más queridos de América ya que cuenta con un montón de curiosidades que lo hacen único y se dice que el ambiente que se vive en los momentos previos a los partidos es único y muy apreciado por los aficionados a este deporte.

El estadio se construyó a principios de la década de 1910 cuando el entonces propietario Jonh I. Taylor adquirió los terrenos para construir un nuevo campo para los Red Sox, con idea de revalorizar el equipo cuya historia se remonta a 1901.

El 20 de abril de 1912 los Red Sox jugaron su primer partido oficial en Fenway Park contra los New York Highlanders (hoy los Yankees) y apenas una semana después Hugh Bradley conseguiría el primer home run de los muchos que se vivirían en este histórico estadio que en la primera temporada dio 105 victorias al equipo local.

A lo largo de los años el equipo ha ido cambiando de dueños y se ha ido poco a poco remodelando en varias ocasiones. Fue en 1947 cuando se construyó una de las partes más icónicas de Fenway Park, el Green Monster, como llaman a la pared izquierda del campo donde antes de esta fecha se situaban los anuncios publicitarios sobre una valla de madera.

Este muro es uno de los objetivos preferidos de los bateadores y es la pared más alta de los estadios actuales de la MLB. Lo cierto es que se construyó para ocultar el campo de los espectadores que desde fuera trataban de ver los partidos y también para reducir las posibilidades de hacer home run ya que debido a lo cerca que se encuentra la posición del bateador era muy fácil perder la bola. Hoy todavía se conserva aquí el marcador manual que se instaló en 1934, aunque a principios de los 2000 se colocaron algunas gradas por encima del muro para ampliar el aforo del estadio.

Pero Fenway Park ha acogido también algunos partidos de la liga de fútbol, de fútbol americano y de hockey. Además, desde hace unos años se celebran también bastantes conciertos de artistas dela talla de Bruce Springsteen, The Police o Paul McCartney.

La verdad es que la visita es curiosa y ofrece la posibilidad de ver los entresijos de un campo de béisbol, aunque si ya has ido a ver un partido no merece la pena visitar también el estadios a no ser que seas un verdadero aficionado de este deporte, sobre todo con la cantidad de cosas que hay que ver en Boston. Otra cosa es que no hayas visto uno antes y te apetezca, en cuyo caso Fenwey Park es la ocasión perfecta, pues se trata de uno de los estadios mas míticos de este deporte.

Fenway Park, el estadio de los Red Sox, se puede visitar todos los días de 9:00 a 17:00 aunque los días de partido las visitas terminan tres horas antes de que dé comienzo el juego. La visita tiene un precio de 18$ para adultos y de 12$ para niños y la manera más fácil de llegar es con el metro cogiendo la línea verde hasta la parada “Fenway”.