Un sitio perfecto para descansar. Así definiría a este balneario en el que tuvimos la oportunidad de pasar unos días este verano. Situado en Villatoya, el pueblo que marca la frontera entre las provincias de Albacete y Valencia, la historia del balneario de la Concepción viene de siglos atrás.

Ya en 1786 el monje franciscano Fray Benito Marco dio a conocer la importancia medicinal de las aguas de los manantiales de la zona y desde entonces y poco a poco, se fueron levantando distintos edificios hasta convertir los baños de la Concepción en uno de los balnearios de referencia dentro de la provincia.

El balneario de Villatoya está formado por cinco hoteles y cuenta con bastante terreno para sus instalaciones. La mayor parte de las cuales son jardines en los que poder pasear o sentarse a leer un buen libro. Cuenta también con varias mesas de pingpong, un minigolf, pistas de petanca, cafetería con terraza y una gran piscina cubierta.

El restaurante del complejo es de buffet libre, y en él pueden probarse distintos platos de la cocina internacional y de la gastronomía manchega. No dejamos pasar la ocasión de probar platos tan típicos como el atascaburras o el moje manchego.

Pero la joya de la corona es un sitio de aguas medicinales siempre es el balneario, y en este caso no es una excepción. Son muchos la diversidad de circuitos y tratamientos disponibles, desde tratamientos de agua a masajes, pasando por tratamientos corporales, faciales e incluso orientales. Nosotros realizamos uno de sus tratamientos de agua, que incluía un programa relax de piscina más el acceso al club termal durante una hora y media, pudiendo disfrutar de todos los chorros y burbujas de la piscina más la sauna, el baño turco,  y el baño de hielo.

El entorno natural que rodea al balneario es alucinante, lleno de preciosos rincones y pequeños pueblos llenos de encanto, y con el río Cabriel, uno de los más limpios de Europa como telón de fondo. Alcalá del Júcar, pueblo que ya conocía de un viaje anterior fue una de las visitas que realizamos. El pueblo, sigue estando tan bonito como siempre. Otro de los pueblos conocidos de la zona es Fuentealbilla, cuna del jugador del Barcelona, Andrés Iniesta.

A escasos metros de los baños de la Concepción se encuentran las cabañas Valle del Cabriel, un complejo de 43 cabañas de madera que se ha convertido en un refugio para los sentidos, pues ha sido concebido como un tranquilo pueblo rodeado de naturaleza en donde poder encontrar la tranquilidad necesaria para desconectar y descansar.

Dentro del complejo encontramos además de piscinas tanto exterior como interior, una pequeña zona de aguas termales. Además de ellas, los usuarios de las cabañas tienen acceso si quieren a los baños de la Concepción, balneario con el que se complementa.

El ocio no está reñido con el descanso, por lo que las cabañas disponen además de pista de fútbol y baloncesto, futbolín, parque infantil, zona de barbacoas, pistas de padel, salón social y servicio de alquiler de bicicletas.

Fuera de las cabañas existen varias rutas de distinta dureza para poder disfrutar de la naturaleza de los alrededores, en la que por cierto, se pueden practicar deportes de aventura, como el ráfting, el barranquismo o el piragüismo.

Pero lo mejor es que no os lo cuente yo, sino que lo veáis por vosotros mismos. Por ese motivo durante nuestra estancia grabamos un pequeño vídeo en el que podréis descubrir tanto el balneario como las cabañas del valle del Cabriel. Y para ser lo más imparciales posibles, hemos preguntado a distintos clientes del complejo acerca de su experiencia allí. ¡No os lo perdáis!

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