Postojna es una pequeña localidad de Eslovenia, a medio camino entre Lujbljana e Italia, que pasaría desapercibida si no fuera por el gran tesoro natural que allí se encuentra. Por supuesto que hablamos de sus increíbles cuevas naturales, una red de 20 km de túneles y galerías repletas de estalactitas, estalagmitas y formaciones calcáreas de todas las formas y colores imaginables, que han hecho de estas cuevas las más visitadas de toda Europa, con más de un millón de turistas al año.

Se puede llegar al pueblo de varias maneras. Nosotros optamos por ir en autobús desde Ljubljana. Es cierto que las cuevas están a las afueras del pueblo, pero se puede ir perfectamente andando ya que la distancia no es mucha. Por cierto, en la oficina de turismo del pueblo es posible comprar las entradas para la cueva a un precio inferior al de la taquilla, una buena oportunidad para ahorrarse unos euros de la entrada, la cual por cierto, no es barata, algo más de 22 euros en taquilla. (Unos 19 en la oficina de turismo)

Lo primero que nos hacen nada más entrar en la cueva en montarnos en un pequeño tren que recorre varios kilómetros de la cueva y nos introduce es su corazón. El paseo en tren dura unos 10 minutos y en él pasamos por algunas galerías alucinantes. No hay que olvidarse la chaqueta aunque sea verano, pues a medida que vas entrado en la cueva la temperatura desciende bastante respecto al exterior, llegando a ser de 8-9 grados.

Al bajada del tren es el momento de elegir tu grupo de visita. Las dan en varios idiomas, aunque normalmente no es español, por lo que si no hablas inglés con fluidez lo mejor es ponerse en el grupo de italiano. De todas formas, si se prefiere se puede alquilar una audio-guía antes de entrar. La visita a la cueva dura alrededor de una hora y media y además de quedarte alucinado viendo las formas en las galerías que la propia naturaleza ha creado, podrás admirar el otro gran tesoro de esta cueva, el Proteus, conocido vulgarmente como Pez Humano.

El Pez Humano es un pez bastante raro que sólo vive en esta parte del mundo. El Proteus es rosado, ya que no tiene color al vivir en cuevas oscuras, y es ciego. Puede llegar a vivir algo más de 50 años y se alimenta de pequeños animales que encuentra. Es realmente alucinante y muy raro este animal, más parecido a un anfibio que a un pez.

Fuera ya de la cueva, encontramos el vivarium, recinto donde puede verse en diferentes acuarios y terrarios la distinta diversidad animal existente en la cueva.

Los horarios de la cueva son de 9-19 en verano y de 10-16 el resto del año, y si estáis por Eslovenia, es una esas visitas que no podéis dejar de hacer. Pero no es ésta la única cueva sorprendente que encontraréis en el país. Casi tan famosas como éstas son las cuevas de Skocjan, no muy lejos de allí.

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