En la provincia de Zaragoza a muy pocos kilómetros de Calatayud se encuentra el famoso Monasterio de Piedra, un antiguo monasterio cisterciense llamado así por la proximidad del rio Piedra, el cual ha creado un entorno natural emblemático caracterizado por multitud de cascadas y de grutas formadas por la fuerza del agua y el desgaste de la roca. Sin duda, una gran visita para una excursión de un día, así que este verano decidimos acercarnos hasta allí y visitamos el parque natural.

La entrada al Monasterio de Piedra cuesta 13,50 para adultos y 10 euros para niños y jubilados y ella incluye la visita por libre al parque, una exhibición de aves rapaces y una visita guiada por el monasterio, en cuyo interior se encuentra el museo del vino D.O. Calatayud.

La visita al monasterio de Piedra dura una media hora y en ella van comentando la historia de este monasterio abandonado hoy convertido parte en un hotel. Destaca en especial su claustro, de una gran belleza.

En las dependencias del monasterio se puede observar una exposición de carruajes de época y una exposición del chocolate y su transformación desde el cacao como fruto hasta el chocolate como producto.

Asimismo en el interior del monasterio se encuentra el Museo del Vino Denominación de Origén Calatayud, donde se explican los pasos que sigue el vino para su elaboración así como las diferentes variedades de vinos de la zona. Eso si, degustación no dan…

El fin de la visita al monasterio coincidía con el comienzo de la exhibición de aves rapaces donde tras explicarnos el comportamiento de las distintas aves pudimos ver en acción a buitres, halcones, lechuzas y demás rapaces. Toda una experiencia poder verlos tan cerca (de hecho volaban rozándote la cabeza)

Tras la exhibición visitamos el parque, el cual está muy bien señalizado y te va marcando un camino entre las diversas cascadas y grutas a lo largo de los 5 kilómetros de recorrido. Todas las cascadas son formadas por el río Piedra, destacando especialmente la llamada «Cola de caballo» con una caída de más de 50 metros.

La visita al parque finaliza por el lago del Espejo, un gran lago de poca profundidad y aguas muy tranquilas y transparentes donde abunda la trucha.No en vano, en el mismo parque podemos encontrar una de las piscifactorias en España más grandes de trucha de Aragón.

 La vuelta a casa nos dejó una de las fotos más bonitas del día. Se trata de las vistas del pueblo de Nuévalos y el embalse de la Tranquera.

Sin duda una buena y bonita excursión tanto para ir en pareja como con niños, en un entorno tranquilo y rodeado de naturaleza por todas partes donde fundirse con ella durante unos instantes.

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