Siempre que visito un lugar intento probar los platos y productos típicos de allí. Es un extra añadido al viaje oficial, un viaje culinario y lleno de placer.

En esta ocasión, al haber vivido en Bruselas durante un largo tiempo, no sólo he probado los productos típicos, sino que me atrevo a recomendar donde probarlos. Así que allá vamos:
Bélgica es por excelencia el país del chocolate y de la cerveza.

En cuanto al chocolate, abundan las chocolaterías en torno a los lugares de interés de la ciudad, con grandes fondues de chocolate y reproducciones del Manneken Pis en chocolate que atraen la atención de los turistas. Algunas de las chocolaterías más extendidas son Leonidas y Godiva,con buenos precios para comprar bombones, aunque no por ello son las mejores.

Una de las mejores es Moeder Babelutte, en la calle del Manneken Pis, y que tiene más de 125 años de historia. Otra de las mejores de la ciudad es la chocolatería Pierre Marcolini, situada en la rue des Minimes, cerca del Grand Sablon.

 En cuanto a la cerveza, la cosa es más fácil. Todo se reduce a una palabra: «Delirium». Bélgica es uno de los mayores productores de cerveza del mundo y hay multitud de variedades. Duvel, Chimay, Kriek, Jupiler, Maes o Hoegaarden son las más típicas y en cualquier terraza puedes encontrarlas, pero si uno es un verdadero amante de la cerveza debe de ir al Delirium, el bar con el record guinnes en cuanto a variedad de cervezas, con más de 2000 tipos diferentes.

Hace un tiempo escribí sobre él, así que si quereis lo podeis leer aquí.

Otro de los productos típicos son los gofres. No me digais por qué, pero los «gaufres belges» no saben igual que los que puedas comprar en España. Son algo delicado.

A lo largo de la ciudad, hay muchas tiendas donde poder comprar gofres, pero yo sin duda recomiendo los de una pequeña tiendecita que hay al lado del Manneken Pis. No tiene pérdida, vuestro olfato os llevará hacia ella. Los teneis con mermeladas, chocolate, nata, frutas, etc…

Otra variedad son los famosos gofres de Lieja, que sólo llevan azúcar y un sirope de caramelo por encima. Se pueden encontrar en cualquier sitio, pero mejor probarlos en Lieja digo yo….

Las «frites» es otro de los tentenpiés favoritos de los belgas. Se tratan de patatas fritas cuyo secreto reside en el aceite donde las frien. Es un aceite de grasa animal o vegetal, que le da un regustillo único. Eso sí, calorías a cascoporro, pero un día es un día…

Las friteries más famosas y más antiguas de la ciudad son «Chez Antoine» en Plaza Jourdan, «Frietkot de la Chapelle» en el barrio de Marolles y sobretodo la «Frit Flagey», junto a los estanques de plaza Flagey. De esta última fritería se dicen que son las mejores frites de Bruselas, y yo puedo dar fe de ello.

Además, se pueden acompañar las frites con multitud de salsas difíciles de encontrar en España, como salsa Brasil, salsa pickles, salsa currywürst, salsa andaluza (sí, increible pero no la encuentro en España) y otras más comunes como keptchup, mayonesa o salsa tártara.

«Les moules avec frites», es decir, mejillones con patatas fritas es el plato típico belga por excelencia. En todos los restaurantes te lo ofrecen, sobre todo en los bares que hay detrás de la Grand Place para turistas, eso sí, a precios bastante altos.

Se pueden servir juntos o por separado. Si lo sirven por separado, a veces riegan los mejillones con un poco de cerveza para darle sabor.

Desde luego, si los quereis probar, el sitio adecuado es «Chez Leon», uno de los restaurantes en donde mejor se come de la ciudad, con más de 100 años de história.

Está situado en las calles de detrás de la Grand Place, rodeado de restaurantes de medio pelo, de esos que viven de la inocencia del turista, pero no os confundais, porque «Chez Leon» es el sitio adecuado.

Debo agradecer y mencionar al blog viajandoytapeando la realización de esta fotografía de la que me he servido para realizar este post.

Otra de las «innovaciones gastronómicas » de los belgas son las metralletas. Las «mitraillettes» son bocadillos enormes en cuyo interior meten de todo un poco: carne, verduras, patatas fritas, salsas… Viene a ser como una especie de kebab tamaño XXL y en pan de barra. La verdad es que hay que tener estómago para acabárselo. Se pueden comprar en cualquier kebab o en cualquier friterie.

Finalmente, si os dejais caer por la ciudad de Dinant, no olvideos probar sus famosas galletas, las «couques».

Son bastante buenas aunque eso sí bastante caras y algo pastosas.

Bon appetit!!

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