El día 12 de Octubre se celebra en Zaragoza posiblemente el acto más importante del año en esta ciudad: la ofrenda a la virgen del Pilar.

Aunque la ciudad ya lleva unos dias celebrando las fiestas en honor a la Virgen, el día 12 es su día grande, el día en que los zaragozanos, vestidos de baturros, recorren las principales calles de la ciudad y se acercan hasta la Plaza del Pilar a ofrecer sus flores a la Virgen.

Esta tradición empezó en 1953 y poco a poco fue ganando adeptos hasta que en 1965 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Al principio, las flores se depositaban debajo de una hornacina que hay en la fachada del Pilar, pero desde 1999 y a propuesta del cineasta Bigas Luna, la Virgen se coloca en el centro de la plaza en lo alto de un andamiaje el cual se va recubriendo con las flores traídas en la ofrenda.

La ofrenda comienza sobre las siete de la mañana, y poco a poco y en un riguroso orden todos los grupos y cofradías van pasando a realizar la ofrenda. Normalmente acaba sobre las cuatro de la tarde, aunque suelen producirse pequeños retrasos.

En este peregrinar por las calles de Zaragoza es típico ver a la gente vestida con los trajes regionales. Baturros en su mayoría, pero cada comunidad suele estar representada por grupos y asociaciones cuyos componentes visten el traje típico de su comunidad.

Durante la procesión, los distintos grupos realizan bailes típicos de su comunidad, aunque claro está, la jota aragonesa es lo que más se puede ver.

Mucha gente participa en la ofrenda. Hace ya años que se pasó la barrera del medio millón y cada año el número sigue en aumento. Las ganas de la gente y el buen ambiente reinan durante el trayecto. Inclusos los años que llueve, el número de asistentes es enorme. A parte de los participantes en la ofrenda, son muchos los curiosos que se acercan a verlos pasar, por lo que atravesar las calles del centro es una tarea complicada y un poco claustrofóbica.

Después de la ofrenda, muchos de los participantes como manda otra de las tradiciones, almuerzan justo detrás del Pilar, en la ribera del Ebro, compartiendo los productos típicos de la tierra con los demás. Pan, chorizo, queso, jamón y por supuesto la bota de vino no faltan en este almuerzo callejero.

El día doce es también el día de la Hispanidad. Muchos grupos en representación de latinoamérica participan también en la ofrenda vestidos igualmente con sus trajes típicos.

Al final, la Virgen es vestida entera de flores. El manto es blanco, y el resto de las flores van decorando el andamiaje. La Virgen preside la plaza del Pilar vestida con flores durante 3-4 días, lo que hace que mucha gente se acerque a la plaza a verla. Incluso por la noche la plaza está llena de ambiente.

Así que si teneis oportunidad de visitar Zaragoza en plenas fiestas, no dejeis pasar la oportunidad de ver la ofrenda, si es que estais el día del Pilar, o de ver a la Virgen vestida de flores, si es que os acercais los dias posteriores.

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