Los Kelpies, los caballos gigantes de Escocia

Desde que planeé el viaje a Escocia tenía claro que una de las paradas durante mi ruta por el país iba a ser en los Kelpies, una gigante escultura de acero en las proximidades de Falkirk que se ha colado por méritos propios entre las principales fotos de monumentos de Escocia.

Los Kelpies son obra del escultor Andy Scott, y fueron inaugurados en Abril de 2014. Se trata de una gran escultura de 30 metros de altura de las cabezas de dos caballos, en un homenaje a los antiguos caballos de tiro de Claydesdale, gracias a los cuales se levantó gran parte de la industria en Escocia. Están construidos con láminas de acero, y tienen un peso para nada desdeñable, ya que cada uno pesa cerca de 300 toneladas. Levantar los Kelpies costó nada más y nada menos que 7 meses. Casi nada.

Estos gigantes caballos de acero reciben el nombre de Kelpies en honor de una vieja leyenda escocesa. Los Kelpies fueron malignos caballos acuáticos con una fuerza 10 veces superior a los caballos normales, y que según se dice, su atractivo aspecto de caballo atraía hacia al agua a las personas en donde las atacaban y ahogaban. Vivían en prácticamente todos los lagos y ríos de Escocia, y, quizás por eso, se encuentren en el parque The Helix, junto al canal de Forth and Clyde.

Para llegar a los Kelpies, basta con coger la carretera que une las ciudades de Edimburgo y Stirling, la llamada M9, y salir en la salida número 6, a la altura de la ciudad de Falkirk. La entrada a los Kelpies es gratuita, ya que están en un terreno abierto al público, aunque si bien es cierto que se paga por aparcar en el parking anexo a ellos. (4 libras). Hay otro parking un poco más lejos, que es el primero que os encontraréis cuando vayáis de camino a los Kelpies, pero se encuentra a más de 500 metros de éstos, y además es bastante pequeño, por lo que posiblemente lo encontréis lleno. Merece la pena pararse un momento con el coche para visitar esta curiosas esculturas, una parada cada día más importante en las muchas rutas por Escocia que la gente suele hacer.

Si sientes curiosidad, también puedes visitar los Kelpies por dentro. Se organizan visitas guiadas de pago que permiten entrar al interior de estos misteriosos caballos. Además, en sus alrededores, encontrarás un centro de interpretación y una cafetería. Por cierto, al atardecer y por la noche los Kelpies se iluminan, y son más bonitos todavía.

No es este el único lugar donde podrás encontrar esculturas de Kelpies. Por diversos puntos de Escocia hay Kelpies (rotondas, plazas, e incluso en la terminal del aeropuerto de Edimburgo) pero claro está, a mucho menor tamaño, y por tanto, no tan llamativos como estos.

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