Viajar a Roma y no volverse loco con la gastronomía italiana es algo complicado, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos en el país de la plasta, la pizza y el helado ¿Qué más se puede pedir?

Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. Roma es una ciudad muy turística, por lo que hay que huir de los sitios concurridos y frecuentados por los turistas si lo que se busca es comer bien. Monti, la zona del Trastévere, los alrededores del Panteón y el Barrio Judío son buenas zonas para huir de los turistas y encontrar buena comida.

La gastronomía italiana tiene su origen en una cocina humilde, con ingredientes populares y de origen campesino, mezclados y trabajados con mucha creatividad, dando lugar a platos sencillos pero muy diferentes entre sí. Además, La cocina romana es también una de las más reconocidas a nivel mundial ya que no hay restaurantes en el que no se sirva una pizza o un plato de pasta.

En este post recorremos algunos de los platos más típicos de la gastronomía romana para que decidáis vuestro menú en el siguiente viaje a Roma.

Entrantes (antipasti)

Se toman antes de la comida y suelen ser ensaladas, como la capresse, a base de mozzarella, tomate y albahaca; bruschettas, o rebanadas de pan tostado con diversos ingredientes; Fiori di zucca, flores de calabacín rellenas; o suppli, unas croquetas a base de arroz y mozzarella.

Plato principal

En los primeros platos la pasta es la reina de la fiesta. La hay con todo tipo de salsas y existen cientos de maneras de cortarla (penne, rigatonne, fussilli, linguini…), pero aquí están las que no te puedes perder.

-Carbonara: pero no esa masilla con nata y bacon a la que nos tienen acostumbrados en España. La pasta carbonara italiana lleva huevo, queso pecorino, panceta y pimienta.

-Cacio e pepe: su propio nombre lo indica, tan solo queso y pimienta. Suele hacerse con pastas de corte largo y si se utilizan ingredientes de calidad, es una delicia como pocas.

–All’amatriciana: sus ingredientes básicos son tomate, queso parmesano y panceta y es típica de la región de Amatrice que fue duramente dañada por los sucesivos terremotos en verano de 2016.

-All’arrabatiata: si te gusta el picante, esta es la salsa que debes pedir, a base de tomate y chiles picantes.

-Alle vongole: aunque es más típica del sur de Italia, esta pasta con almejas es toda una delicia.

Por supuesto que también la puedes pedir con puesto, con setas, alla putanesca, o simplemente con ajo y aceite. Y por qué no, también puedes decantarte por las pastas rellenas o por cualquier variedad de risottto o por unos deliciosos gnocchi.

Pero no solo las pasta pueden ser el plato principal. También hay un montón de guisos como trippa alla romana, unos callos con salsa de tomate, menta y queso, cordero cocinado de diversas formas o la saltimbocca alla romana, unos rollitos de carne de ternera.

La pizza es otro de los platos estrella y, la verdad, cualquier variedad es buena y lo mejor es que hay un motón para elegir. Las pizzerias Baffetto y Montecarlo tienen cierta fama en la ciudad.

Postres

Los postres son una de las mejores cosas de la gastronomía italiana. Además del típico tiramisú, el helado es el postre estrella. Hay cientos de heladerías repartidas por toda Roma para comer un buen helado pero, sin duda, Fassi es nuestra favorita, y unas de las mejores de toda la ciudad y, paradójicamente, una de las más baratas. Además el edificio en que se encuentra es una maravilla.

Además hay que aprovechar para tomar el aperitivo que, aunque es una costumbre más propia del norte de Italia es una muy buena opción para cenar y poder probar diferentes platos de la gastronomía romana. Después de todo esto lo que está claro es que en Roma no se va a pasar hambre.

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