En la Place des Terreaux, en pleno centro de la ciudad de Lyon, capital de Rhône-Alpes, se encuentra uno de los museos más importantes de Francia, el Museo de Bellas Artes de Lyon, visita indispensable para recorrer y ver bien de cerca algunas de las obras maestras de la historia del arte.

La institución fue fundada en 1801 y para su ubicación se escogió uno de los monasterios más antiguos del país, el convento de las Damas de Saint Pierre cuya tradición se remonta al siglo VI, pero el edificio fue totalmente reformado en el siglo XVII.

Con el triunfo de la Revolución Francesa las religiosas que vivían aquí fueron expulsadas  y desde 1792 este edificio se utiliza como lugar de conservación de cuadros, esculturas y todo tipo de objetos artísticos. Aunque no fue hasta 1803 cuando la institución comienza a abrir sus puertas al público exponiendo entre sus colecciones unas cuantas obras procedentes del Museo del Louvre de París.

Desde entonces el museo ha evolucionado mucho hasta convertirse en el museo de bellas artes más importante del país, por detrás del Louvre. Hoy todavía conserva alguno de los espacios del antiguo convento como la capilla o el claustro, actualmente convertido en un jardín en el que se exponen varias esculturas de Auguste Rodin como La edad de bronce  o La Sombra, así como moldeados de alguna de las esculturas más famosas de la historia del arte como El Discóbolo o los relieves del friso de las Panateneas del Partenon de Atenas.

Además de la rica colección permanente  con numerosísimas antigüedades, 2500 pinturas y más de 1300 esculturas así como monedas, obras en papel y objetos de artes decorativas, el museo organiza interesantes exposiciones temporales en colaboración con otras instituciones.

Su colección permanente comienza en la primera planta donde se pueden contemplar piezas que van desde el Antiguo Egipto con obras maestras como la puerta de un templo de época ptolemaica o la Antigua Grecia con un buen ejemplo de Koré de estilo arcaico que se cree que procede de la Acrópolis de Atenas, hasta un dormitorio diseñado por Héctor Guimard, uno de los representantes más célebres del Art Nouveau.

La segunda planta está dedicada fundamentalmente a la pintura con una colección impresionante que abarca desde el siglo XVI hasta las últimas vanguardias por lo que es una muestra variadísima de los estilos pictóricos más representativos de los últimos cinco siglos.

Destacan las obras de grandes artistas como Veronés, representante de la escuela veneciana, Rubens, Géricault, una buena colección de obras de diversos artistas impresionistas como Renoir, Monet o Degas y de algunos representantes de las vanguardias de principios del siglo XX como Gauguin o Picasso.

Desde luego, que se trata de un lugar con el que los amantes del arte tienen una cita indisoluble en la ciudad de Lyon. Para llegar al museo lo mejor es coger el metro (líneas A y C) hasta la parada Hôtel de ville-Louis Pradel. Desde el ayuntamiento, un pequeño paseo nos lleva hasta Place des Terreaux.

El horario del museo es de 10:00  a 18:00 de miércoles a lunes y los viernes de 10:30 a 18:00. El primer viernes de cada mes, salvo en los meses de agosto y septiembre, el museo amplía su horario desde las 18:00 hasta las 22:00. Los martes el museo permanece cerrado durante todo el año.

El precio de la entrada normal es de 7€, 4€ el precio reducido. Por un precio que oscila entre 1 y 3€ se pueden contratar diversos servicios de visita guiada y audioguias. La visita resulta gratuita para los menores de 26 años y los portadores de la Lyon City Card, una tarjeta turística que ofrece un montón de posibilidades y de actividades en Lyon para no perderse ninguno de sus atractivos y ahorrar algo de dinero en las visitas.

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