Integrado en la ciudad de Lisboa, Belem constituye una antigua población situada en las afueras de la capital portuguesa muy conocida, sobre todo, por sus famosos y deliciosos pasteles cuya ancestral receta continua hoy guardándose en secreto, los pasteles de Belem.

Pero no son solo los pasteles la joya que esconde este barrio de la capital, sino que alberga mucho más. Entre los monumentos que se encuentran casi a las orillas del Tajo, es el monasterio de los Jerónimos uno de los que más destaca en muchos sentidos.

Ubicado en la Plaza del Imperio, frente a unos jardines, el monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belem, es un antiguo monasterio de la orden del mismo nombre. Fue diseñado y construido en estilo manuelino por orden del rey Manuel I de Portugal en 1501 para conmemorar el regreso del explorador Vasco da Gama, eligiendo para su ubicación un lugar muy especial, la ermita fundada por el Infante Don Enrique, quien inició la Era de los descubrimientos y puso la primera piedra del imperio colonial portugués. Allí mismo Vasco da Gama y sus hombres pasaron la noche en vela orando antes de su partida hacia la India.

El estilo denominado manuelino en el que está construido todo el conjunto es todo un emblema de la arquitectura tardogótica y protorrenacentista de Portugal.

La orden de los Jerónimos estuvo a cargo del monasterio hasta 1833. En él, además de las portadas, la occidental con escenas de la vida de San Jerónimo y la meridional con las esculturas del rey Manuel I y su esposa María, hija de los Reyes Católicos, destaca el claustro, con dos alturas y una exquisita decoración a base de los característicos motivos manuelinos. Desde allí se puede acceder al refectorio, decorado con los tradicionales azulejos portugueses, y a la sala capitular, donde se encuentra enterrado el primer alcalde de Belem.

Sin embargo, no es este el único personaje importante cuya sepultura se encuentra en este monumento. En la capilla mayor de la iglesia reposan los cuerpos de Manuel I y su esposa así como los del rey Joao III y su mujer, Catalina de Austria, hija de Felipe el Hermoso y Juana de Castilla, así como las sepulturas de sus descendientes. A los pies de la iglesia, y en un impresionante monumento funerario, se encuentra la tumba de Vasco da Gama.

Para llegar al monasterio lo más fácil es coger el tranvía número 15 hasta Belem. El horario de visita es de 10:00 a 17:30 de octubre a abril y de 10:00 a 18:30 de mayo a septiembre.

El precio de la entrada a este monumento es de 10 €, aunque está la opción de adquirir tickets combinados con otro lugares de interés como la torre de Belem o el Museo de los carruajes para ahorrar algo en las entradas. Hay un descuento del 50% para estudiantes, portadores del carnet joven europeo y familias numerosas. Además la entrada es gratuita para los parados y los niños menores de 12 años, entre otros, así como el primer domingo de cada mes.

Existe también una visita guiada por toda la zona de Belém que está bastante bien y que incluye además la zona del centro de Lisboa. Si estáis interesados en hacerla, podéis contratarla aquí. No solo conocerás los principales lugares de la capital portuguesa, sino que te contarán varias historias y curiosidades de sus rincones.

-Sigue todas las novedades del blog y no te pierdas nada siguiéndonos por nuestros canales de Facebook, Twitter, Instagram y Youtube. Así nos ayudas a crecer. Gracias.