El estadio José Alvalade es uno de los más importantes estadios de Portugal, tanto por tamaño como por importancia histórica del club del que es sede, el Sporting Clube de Portugal, o Sporting de Lisboa, como se le conoce familiarmente en España. Es un estadio catalogado como 5 estrellas por la FIFA y tiene capacidad para más de 50000 espectadores, siendo así el estadio de mayor tamaño del fútbol luso.

Aunque se encuentra algo alejado del centro histórico de la ciudad (unos 7 Km), es realmente fácil llegar hasta él. Simplemente hay que coger la línea de metro amarilla y bajarse en la parada de Campo Grande.

El estadio, fue construido en 2003 con motivo de la Eurocopa que al año siguiente acogería Portugal, y está, al igual que el viejo estadio, dedicado a la figura de José Alvalade, primer socio, y uno de los fundadores del club.

El primer partido disputado en este estadio también tiene una historia curiosa que muchos aficionados al fútbol reconocerán.. Se trató de un amistoso entre el Sporting de Portugal y el Manchester United (Victoria 3-1 para el Sporting), y en él, un joven chaval de por entonces 18 años destacó sobre el resto. Tan aplastante y descarado fue la superioridad de aquel joven jugador frente al resto, que, según cuenta la leyenda, incluso los propios jugadores del Manchester United en los mismos vestuarios del estadio recomendaron al entrenador que le fichara. Sea la leyenda verdadera o no, lo cierto es que a las pocas semanas el jugador ficharía por el Manchester United, y sí, aquel chavalito no era otro que Cristiano Ronaldo, una de las figuras más importantes que el club lisboeta ha dado.

Como en muchos otros estadios, es posible hacer un pequeño tour para conocer la historia y el interior del mismo. Dicho tour tiene un coste de 10 euros e incluye además la entrada al museo.

Se empieza por los pasillos y salas interiores del estadio, donde encontramos una maqueta del viejo estadio, así como fotos de algunos de los más ilustres jugadores que han pasado por sus filas, así como de los fundadores del club.

La siguiente parada son los vestuarios, a los que no les faltan el más mínimo detalle. Tras ellos, es el momento de saltar al césped y de poder probar los banquillos.  La verdad que el estadio es precioso. Tiene los asientos de distintos colores lo que crea un efecto visual que hace parecer que las gradas están llenas de hinchas. ¡Sin duda una buena forma de motivar a los jugadores!

Tras el césped, es el turno de la sala de prensa, para posteriormente, subir de nuevo a lo más alto del estadio para observar cómo se ven los partidos desde el palco presidencial; un palco de lujo con todo tipo de comodidades.

El tour acaba con la visita al museo, donde además de ver todos los trofeos que el club ha ganado a lo largo de su historia en distintas disciplinas (no solo de fútbol vive el Sporting de Portugal), pueden verse una amplia colección de banderines y camisetas de los más laureados clubs y jugadores a nivel mundial.

Si eres amante del deporte rey, en Lisboa no puedes dejar de visitar este estadio ni el del Benfica, dos de los equipos más importantes de Portugal y que junto con el Oporto, tienen los tres estadios cinco estrellas que hay en el país.

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