Posiblemente  una de las cosas que más me apetecía conocer en Bilbao, era el campo del Athletic de Bilbao, «La Catedral del fútbol», uno de los equipos junto a Barcelona y Real Madrid que siempre han jugado en primera división. Además el Athletic tiene un mérito enorme, ya que sólo juega con gente de la casa, esto es, jugadores nacidos en el País Vasco o de ascendencia vasca.

El museo del Athletic está en el mismo campo, en San Mamés. Su horario es de 10 a 14 y de 16 a 19. Lo lunes está cerrado, y su precio es de 6 euros, aunque hay descuentos por edades y grupos, así como para abonados. Además con la entrada puedes realizar una visita guiada por el campo muy interesante. Las visitas se realizan cada hora aproximadamente.

Dentro del museo no se pueden realizar fotos y en su interior podemos ver algunos de los trofeos que el club ha ido ganando a lo largo de su história; Copas, ligas y una supercopa de España adornan el museo, así como algunos trofeos de menor rango. Además se puede observar distintas camisetas que ha habido a lo largo de la historia del club, así como camisetas de jugadores y exjugadores del club, como la de Asier del Horno con los colores del Chelsea. Cuando fuimos nosotros había una exposición en honor a Mister Pentland, entrenador del mejor Athletic que ha habido en la historia.

Tras ver el museo empezaba la visita guiada donde las fotos ya si estaban permitidas y donde aprendimos grandes curiosidades sobre este club. En la primera parte conocimos a San Mamés, el santo que da nombre al estadio y pudimos entrar en el antepalco donde se encuentra un león disecado con fotos de todos los jugadores del Athletic que han sido internacionales. «Los leones» es el nombre con el que se conoce a los jugadores del Athletic.

Tras ello salimos al palco donde está la estatua en honor a Pichichi, jugador que da nombre al trofeo al máximo goleador de liga, a pesar de que él nunca lo fue. Él fue el primero que marcó un gol en San Mamés, y cada vez que un equipo juega por primera vez en este campo, los jugadores obsequian a Pichichi con una ofrenda de flores.

Después llegaría el turno de bajar a los subterraneos del campo, a la sala de prensa y a los vestuarios, por cierto, muy normales, sin grandes lujos, aunque ahora cuando terminen de construir el campo nuevo van a ser de cinco estrellas.

Y tras los vestuarios llegaba el momento de saltar al césped, sentándonos primeramente en los banquillos (realmente cómodos) para después pisar tan mítico campo.

La verdad que la visita por el estadio es una pasada, todo muy bien explicado y con muchas curiosidades que yo no sabía. Muy recomendable si vais por Bilbao, además de que para los futboleros visitar San Mamés es casi casi obligado.

Tras ver el estadio nos dispusimos a conocer la ciudad a fondo, pero eso ya es otra historia que contar…

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