Conociendo la vieja abadía cisterciense de Villers-la-Ville

Villers-la-Ville.Un pequeño pueblo que pasaría completamente desapercibido si no fuera por el gran tesoro arqueológico que alberga: la abadía cisterciense del siglo XIII.

 

La abadía no está lejos de Bruselas, a unos 45 km, así que, ante este descubrimiento, decidimos hacernos un bocadillo y plantarnos en la estación central para ir a verlo. Cogimos un tren hasta Ottignes, y allí hacer un transbordo a otro tren que finalmente nos dejaría en nuestro destino.

 

La abadía se encuentra a unos 2 kilómetros de la estación de trenes, así que fuimos dando un pequeño paseo para poder ver el pueblo. Villers, es una localidad muy pequeña, con una gran calle principal, llena de casas individuales con jardines y CEREZOS!!!! Si, cerezos en mitad de la calle, al alcance de todo el mundo y cargados de cerezas. Primera gran sorpresa, pero la excursión aún nos depararía más….

 

Mientras disfrutábamos de las cerezas y nos íbamos acercando a la abadía, no dejaban de pasarnos coches clásicos de colección. Como en una gran carrera, nos pasaban coches de todas las épocas tipos y colores.

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Así que tanto mirar a los coches a lo que nos dimos cuenta ya habíamos llegado a la abadía.

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Comenzamos por el patio de honor, y recorrimos una a una todas las salas de la abadía, desde las cocinas hasta la hospederís, pasando por las celdas. Todo.

En este recorrido llegó la otra sorpresa del día; y es que cuando nos disponíamos a cruzar los jardines nos encontramos con una sesión profesional de fotos. En este caso, la sesión era de lencería, y la modelo, una chica rubia de muy buen ver.

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Finalmente llegamos a la iglesia, el edificio más imponente de las ruinas, que empezó siendo de estilo románico pero acabó adoptando un estilo gótico. Destacan el ella sus aperturas circulares en ojo de buey combinadas con las ventanas que hacen del coro una construcción única en su estilo. Eso sí, de la iglesia sólo quedaban sus paredes. Ni siquiera conserva su suelo original.

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Tras contemplar sus dimensiones y hacer las pertinentes fotografías, salimos fuera y descubrimos un escenario preparado con su anfiteatro incluido. Resulta que la abadía se utiliza para conciertos de canto gregoriano en este entorno único. Aunque personalmente, si viera unos monjes cantando en latín al caer la noche en una abadía abandonada, mi tranquilidad desaparecería en segundos.

Era mediodía y nuestro recorrido se acababa, así que antes de irnos decidimos comer en uno de los jardines de la abadía, a la sombra de los árboles y con la tranquilidad que transmitía el lugar.

Comimos, recogimos y nos fuimos.                 

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4 Responses to Conociendo la vieja abadía cisterciense de Villers-la-Ville

  1. Txema dijo:

    Lo mejor de la visita la sesión de fotos robadas!!

  2. Xipo dijo:

    Ya ves como han cambiado los monjes a lo largo de los años…. Si los monasterios son así me matriculo en teología!!!!

  3. MARTA MARTIN dijo:

    La entrada genial… Me gusta porque se aprende y no aburre…
    Un inciso la chica estaría de muy buen ver no lo dudo pero chico que mal conjuntada xdxdxd.. Además parece la braga de la abuela… jijiji

    • xipo dijo:

      Hola Marta!!
      Se me pasó responderte el comentario… Sé que me lo sabrás perdonar..jeje
      Que más da que vaya bien o mal conjuntada!!! La chica está de muy buen ver!! jeje
      Un saludo

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