Tras la resaca post fiesta nocturna en el campus parisino, nos disponíamos a saborear nuestras últimas horas disfrutando de San Valentín en París. El objetivo era el Museo D’Orsay, pero nuestra mala planificación no nos hizo pensar que era lunes y podría estar cerrrado, como ocurrió. Fallo y de los gordos. Lamentablemente el museo se quedo para el próximo viaje teniendo que conformarnos viendolo sólo por fuera.

Nuestro tercer día de San Valentín en París sería sin duda el más completo. Desde primera hora de la mañana recorreriamos la ciudad de un lado a otro con la intención de llegar a ver los máximos rincones de la ciudad.

Nuestro segundo día de San Valentín en París lo destinaríamos a ver Versalles y a subir a la torre Eiffel. Para llegar a Versalles desde París, cogimos la línea C del RER, un tren de cercanías  el cual al cabo de unos 25 minutos te deja al lado del famoso palacio.

Se puede decir que ya he hecho uno de los planes más románticos que se pueden hacer en la vida: pasar en pareja San Valentín en París.