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El museo de les botigues de Salás de Pallars, los comercios del pasado

Jamás pensé encontrarme un sitio como el museo de les botigues de Salás de Pallars, un pequeño pueblo de la provincia de Lleida que esconde entre sus locales un museo a tamaño real del viejo comercio. Y digo el viejo comercio porque realmente lo es, y es que las joyas de este museo son los viejos artículos que encontrábamos como habituales en las tiendas muchos años atrás y que hoy en día, han desaparecido de sus estanterías.

Lleida, entre paisajes y culturas (Minubetrip)

Una de las regiones de España que más me han sorprendido y a la vez en la que más a gusto me he sentido es la provincia de Lleida. Tan cerca de casa y a la vez tan lejos, no fue hasta hace unos meses cuando mediante un viaje con la gente de Minube conocí la «provincia vecina», y la verdad es que volví encantado, muy sorprendido y sobre todo con ganas de más.

El Congost de Mont-Rebei, senderismo por la joya natural de Lleida

Es sorprendente como la naturaleza se empeña en regalarnos rincones mágicos casi en cada paso que da. El Congost de Mont-Rebei es un buen ejemplo de ello. Un desfiladero natural que debe su origen al empeño del río Noguera en su lucha por abrirse paso a través de la sierra del Montsec. Un regalo de la naturaleza para disfrutar despacio. Uno de esos rincones semisecretos que todavía tenemos en España. Una joya de la naturaleza que hace de frontera natural entre las provincias de Huesca y Lleida, y que forma parte de la reserva natural de la Noguera.

Dormir en un monasterio: Monestir de les avellanes (Nuestra señora de bellpuig)

Como se suele decir por ahí, hay una primera vez para todo, incluso para dormir en un monasterio. Y exactamente eso es lo que pasó en mi viaje por la provincia de Lleida. Tuve la oportunidad de dormir en un monasterio, concretamente en el monasterio de Nuestra Señora de Bellpuig, también conocido como el Monestir de les avellanes, rodeado de paz, tranquilidad, y con un entorno natural envidiable en el que solo se oían los ruidos de la naturaleza y que invitaba a la reflexión. ¡Mano de santo, oiga!