Probar las especialidades gastronómicas es una de nuestras prioridades cuando vamos de viaje; pero si además es tan rica y variada como la gastronomía del Norte de Francia, se convierte, todavía más, en un placer.

Su cercanía a Inglaterra, su pasado ligado al de Flandes y sus raíces del norte de Europa, convierten a la gastronomía del Norte de Francia en una auténtica mezcla de sabores. Guisos contundentes mezclados con la sofisticación de la cuisine française, quesos con personalidad, regados con buena cerveza artesana y rematados con postres ricos en mantequilla; estas son las claves para apreciar la gastronomía del Norte de Francia que, además, se ha enriquecido con la mezcla de culturas que hoy domina en la zona.

En este post os contamos los platos más típicos de la gastronomía del Norte de Francia. Atención, porque es un despliegue para todos los sentidos.

Gastronomía del norte de Francia

Carbonade Flamande

También compartido por la cocina belga, debido a los fuertes lazos históricos, este plato es un guiso contundente a base de ternera estofada con hierbas aromáticas y cerveza (normalmente amarga o tostada).

Se suele elaborar con cebolla y se sirve, como casi todos los platos de la cocina del Norte de Francia, acompañado con de patatas fritas. Suele estar en las cartas de todos los restaurantes, así que no te resultará nada difícil probarlo.

Queso Maroilles

El queso es, con diferencia, uno de los productos más típicos de la cocina francesa. De hecho, es bastante habitual que, junto con el postre, se sirvan en las casas francesas una ricas tablas con diferentes variedades de queso.

La variedad de queso en Francia es infinita, pero si tuviéramos que escoger un queso típico de la región del Norte de Francia, sería, sin ninguna duda, el Maroilles; elaborado con leche de vaca y con textura blanda y untuosa, su intensidad no lo hace apto para todos lo paladares, pero si te gusta el queso, sabrás apreciar su sabor.

En los platos de la gastronomía del Norte de Francia podrás encontrarlo en diversidad de formas, desde acompañando una ensalada, como salsa para carne, salchichas o moules, y hasta en tartas. ¡Una auténtica delicia!

Endivias (chicons) au gratin

También muy típico de Bélgica, este plato se elabora a base de endivias cocidas con jamón de york y cubiertas de una salsa de nata y queso (emmental o maroilles). Es un plato bastante contundente por la gran cantidad de salsa que lleva, pero podemos asegurar que está buenísimo.

Welsh

En ciudades como Lille es un típico plat du jour, pero su origen está muy relacionado con la cocina inglesa, y es que esta receta ya se documenta en libros de cocina ingleses del siglo XVIII. Eso sí, su influencia traspasa fronteras ya que recuerda mucho a la francesinha típica de Oporto. Es la magia que surge cuando combinamos cocina e historia.

Este plato, también bastante contundente, está elaborado con queso chedar fundido sobre una rebanada de pan de trigo. A veces va acompañado de embutidos y huevo y siempre va regado con una deliciosa salsa de cerveza. ¡Ah! Y se sirve acompañado de frites.

Moules

Las cazuelas de mejillones, como en Bélgica, son un plato muy típico del Norte de Francia. Se sirven acompañados de patatas fritas y se pueden elaborar siguiendo diferentes recetas. Si quieres un acierto seguro, pídelos con salsa de queso de maroilles.

Frites

Las patatas fritas merecen un apartado en sí mismas, aunque es difícil encontrar friteries que las elaboren igual que en Bruselas. Las comerás acompañando todo tipo de platos y, cuanto más al Norte, más típicas son (y más buenas están).

Gratin de pommes de terre aux Maroilles

Una versión de la tartiflette saboyarde (típica de la región de Saboya), con el queso por excelencia del Norte de Francia. Ni que decir tiene que está buenísimo, pero es muy contundente y se sirve bastante caliente, pero es uno de los platos que no podéis dejar de probar.

Potjevleesch

Este plato, de nombre impronunciable, es también muy típico de la gastronomía del Norte de Francia y proviene de la cocina flamenca.

En neerlandés potjevleesch significa “pequeño tarro de carnes”, y eso es exactamente. Se trata de un guiso de carne de ave (volaille) y conejo, normalmente elaborados en una especie de escabeche y envueltos en gelatina.

Se sirve normalmente frío y acompañado con frites o con manzanas a la dunkerquoise (asadas con mantequilla). Es algo más ligero que los platos que hemos comentado hasta ahora, por lo que es. muy buena opción para una cena.

Bêtises de Cambrai

La palabra bêtise quiere decir “tontería” así que no es de extrañar que el origen de esos caramelos, en 1850, se debiera a un fallo en su elaboración. Cuenta la leyenda que el aprendiz que lo elaboraba dejó el azúcar demasiado tiempo al fuego y, cuando su padre se dio cuenta le dijo “Tu ne sauras faire que des bétises” (Tú solo sabrás hacer tonterías). Sin embargo, el éxito posterior de estos dulces ha sido enorme y, debido a este error, se las conoce boom bêtises.

Su invención se la diputan dos pastelerías, Afchain y Despinoy, aunque ambas mantienen la raya de color intenso característica de su aspecto y su fama ha llegado incluso hasta los cómics de Astérix.

Les Merveilleux

Se trata de un postre creado por Fréderic Vaucamps y que consiste en un pastel elaborado a base de merengue y nata montada espolvoreado con diferentes ingredientes como virutas de chocolate, frutos secos o coco rallado.

Solo es apto para muy golosos y, aunque es típico del Norte de Francia, puede encontrarse ya en varias ciudades Europeas. Si os gusta el dulce, tenéis que probarlos.

Gaufres

Es uno de los dulces más típicos de la cocina flamenca y de la gastronomía del Norte de Francia. A diferencia de los gaufres belgas, los del Norte de Francia son más finitos, tipo galleta y con mucha mantequilla.

También son muy conocidos los gaufres Meert, más blanditos y que toman su nombre del salón de té Meert, uno de los más famosos de Lille.

Por último, están los gaufres fourrés, que van rellenos de mantequilla o caramelo y que pueden ser blandos o más duros, según quién los elabore. Da igual cuál probéis, están todos buenísimos. Además, en Lille puedes encontrarlos todos en la fábrica de galletas Eugéne Blond.

Cerveza

No podía falta en nuestra lista la bebida oficial del Norte de Francia. Allí hay muchísima tradición cervecera y es fácil encontrar diferentes brasseries donde elaboran la suya propia.

Debido a la cercanía, abundan también las cervezas belgas, así que un viaje al Norte de Francia es la excusa ideal para probar y comprar unas cuantas, eso sí, sin conducir después.

Además de las brasseries, donde probar cervezas artesanas, un tipo de establecimiento muy típico del Norte de Francia, sobre todo de la región flamenca, son los estaminet, sitios monísimos con juegos tradicionales en madera y una decoración muy cuidad y acogedora. Ideales para pasar la tarde en buena compañía.

Como habéis podido comprobar, la variedad es infinita. Ahora solo queda planificar el viaje al Norte de Francia para disfrutar, no solo del su gastronomía, sino de la amabilidad de sus gentes. No se nota que estamos enamorados del Norte de Francia ¿verdad?

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