En Atenas es posible visitar otros monumentos más allá de la Acrópolis y su archiconocido Partenón. Una de esas actividades es visitar el Estadio Panatenaico, un enorme estadio construido en mármol blanco entre 1869 y 1870 y que sirvió de sede a los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, celebrados en Atenas en 1896.

Por todos es conocido que Grecia es la cuna de las Olimpiadas. Estos juegos, que ya comenzaron en la antigüedad, se celebraban a los pies del monte Olimpo para rendir culto a los dioses, especialmente a Zeus. Sin embargo, no era nada raro que las ciudades contaran con estadios en los que los atletas, desnudos como era habitual por aquel entonces, participaban en pruebas deportivas. En la antigua Atenas el estadio se encontraba en este lugar próximo al actual Zappeion y en él se celebraban los Juegos de las Panateneas, unas competiciones deportivas que tenían lugar cada cuatro años (aunque anualmente se celebraban competiciones de menor importancia) y que rendían culto a la diosa Atenea. Era en realidad una de las fiestas más importantes de la hélade, al nivel de los Jugos Olímpicos o de los Panhelénicos, e incluso se organizaban desfiles militares por toda la ciudad.

Sin embargo, a finales del siglo XIX había sido totalmente destruido. Los bloques de mármol que lo formaban habían sido reutilizados para la construcción de viviendas y edificios a lo largo de los siglos, y la arena estaba ocupada por campos de cultivo. Pese a su desaparición física, el nombre de panathinaikó se seguía utilizando para designar el lugar, lo que, unido a la confirmación a través de excavaciones arqueológicas, confirmaron que allí se erigió en la Antigüedad el estadio de la ciudad de Atenas.

Lo cierto es que, con la extensión del cristianismo, se prohibieron este tipo de juegos ya que honraban a los dioses paganos y el estadio, con la falta de uso, comenzó rápidamente a deteriorarse, hasta el punto de ser utilizado como cantera.

Cuando a finales del siglo XIX comenzó a plantearse la idea de revivir las competiciones olímpicas de la Antigüedad, surgió la idea de hacer revivir al estadio Panatenaico, también conocido como el Kallimármaro (“mármol hermoso”) ya que es el único estadio del mundo construido en su totalidad con mármol blanco, este en concreto extraído del monte Pentélico.

Las Olimpiadas modernas se las debemos al Barón Pierre de Coubertin y a Demetrios Vikelas, organizador y presidente, respectivamente, de la Conferencia Olímpica de París de 1894. Éste, convenció a los delegados de que los primeros Juegos Olímpicos modernos deberían celebrarse en la ciudad de Atenas en 1896, como finalmente fue, y el estadio Panatenaico fue el lugar elegido para albergar las competiciones.

Hoy en día, el estadio acoge la llegada de la Llama Olímpica a la ciudad de Atenas cada cuatro años. Además en él se celebran los triunfos deportivos de los atletas griegos así como algunos eventos deportivos y musicales.

Lo cierto es que la visita nos gustó mucho ya que, además de conocer más a fondo la historia del estadio y de las Olimpiadas, hay un pequeño museo en el que se pueden contemplar los carteles y las antorchas de todos los Juegos Olímpicos modernos y la audioguía que está incluida con la entrada también proporciona datos curiosos sobre la manera en que se celebraban las competiciones de las Panateneas en la antigua ciudad griega.

La visita se realiza por libre por lo que os podéis tomar vuestro tiempo subiendo y bajando por las imponentes gradas de mármol o curioseando la historia de los carteles olímpicos y las distintas antorchas olímpicas en el museo. Visitar el Estadio Panatenaico en Atenas es posible todos los días de 8:00 a 19:00 entre los meses de marzo a octubre y hasta las 17:00 el resto del año. El precio de la entrada es de 5€ para adultos y 2,50€ para estudiantes.

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