Cada vez me gusta más eso de hacer turismo rural. Escaparse de la rutina y de la ciudad, y conocer algunos de los encantos y secretos que hay repartidos por los pueblos y montañas de nuestro país. Una de esas escapadas, me llevó a conocer Lantz, un pequeño pueblo de Navarra, en el que escondido entre montes, es muy fácil olvidarse del trasiego y el estrés que supone la vida en la ciudad.

Además, para que no te acuerdes de ella lo más mínimo, los hoteles y casas rurales ponen todo su empeño para hacerte pasar una estancia de los más relajada y sobre todo inolvidable. Y eso es lo que me pasó en el hotel Iribarnia, un hotel boutique de estilo rural en el que me alojé durante los días que duró mi escapada rural en Lantz.

El hotel Iribarnia es un hotel boutique de estilo rural situado en la bonita villa de Lantz, a escasos 25 km de Pamplona. El hotel, es una vieja casa del siglo XVI, que sigue manteniendo la estética de la época con paredes de piedra y la estructura de madera, mezclado con unos acabados interiores y decoración en la que destaca el buen gusto.

El hotel cuenta con 10 habitaciones de distintas categorías, repartidas a lo largo de sus dos plantas. Todas ellas están bautizadas con nombres de algunos de los tesoros que la zona esconde. Así, tesoros naturales como la cueva de Basajaun, Ecos de Txistu y Atabal o el Hayedo Milenario tienen su pequeño reconocimiento en el hotel Iribarnia.

Nosotros nos alojamos en la habitación bautizada como «Ecos Murmullos de El Zarraín», una habitación doble gustosamente decorada. A destacar sobre todas las cosas dos en concreto. Por un lado, la cama, grande y cómoda, muy cómoda. Por el otro el baño, coqueto y con estilo, y en especial la ducha, grande y hecha de piedra.

Otro de los puntos a destacar del hotel Iribarnia es su cocina. No hay demasiados sitios para cenar en Lantz, y esto lo soluciona el hotel Iribarnia ofreciendo un servicio de cenas de calidad. Diversos platos de lo más variado, hechos con gusto y buenos ingredientes. Mención especial a la carne, y al buen servicio. Eso si, para cenar allí, hay que confirmar reserva en la recepción antes de las 19 horas.

En el mismo comedor donde se realizan las cenas, se hacen los desayunos al día siguiente. El desayuno es de tipo buffet, y está hecho a base de productos dulces y salados. Tortilla de patatas, embutidos varios, pastelitos o pan con tomate no faltarán.

Justo enfrente de la puerta, el hotel Iribarnia cuenta con un pequeño jardín en lo que antiguamente era una vieja huerta en el que es posible pasear y llegar hasta el río que atraviesa el pueblo, y en el que reina la tranquilidad.

Resumiendo, que si estás buscando una escapada rural con encanto por Navarra, te invito a que conozcas la coqueta villa de Lantz y el hotel Iribarnia, un lugar perfecto en el que buscar la tranquilidad y el bienestar que a veces no es fácil de encontrar en la ciudad.

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