Siempre he defendido los viajes con un cierto interés cultural. Viajar es algo más que coger un avión y plantarse en cualquier sitio lejos de casa. El viaje es cultura. Cultura en muchos sentidos. Cultura es comer cosas nuevas. Cultura es ver sitios históricos en persona. Cultura es ir allí a donde van los turistas. Y también lo es ir allí donde los turistas no llegan. Todo eso nos va formando, nos va alimentando, y sobretodo nos va enriqueciendo como personas. Por todo eso, y a pesar de no ser un gran amigo de la historia, éste me parece un lugar muy interesante.

Ciudad gótica la cual en principio no entraba en mi recorrido para esta ruta por Westfalia, pero que al final acabamos visitando por recomendación de una amiga alemana. Y la verdad es que acertó porque la ciudad es preciosa. Gracias Katherina.